Desde las asociaciones de consumidores se ha detectado que los principales motivos que llevan a un consumidor a no reclamar son, por un lado la sensación de que reclamar no tiene ninguna consecuencia, ni en forma de sanción para la empresa que ha vulnerado los derechos del consumidor, ni como compensación para éste; otro motivo es que los consumidores, ante una incidencia, no saben dónde acudir para que se les informe sobre cómo ha de realizarse una reclamación de forma efectiva y, finalmente, porque en muchas ocasiones desconocen realmente sus derechos y no saben si les asiste o no la razón.