El número de reclamaciones por la comercialización irregular de bienes y servicios y con motivo de un deficiente servicio de atención al cliente ha aumentado notoriamente en los últimos años. Los consumidores siguen reclamando que no se les informa adecuadamente sobre las condiciones económicas y jurídicas de los contratos o que dicha información es deficiente o compleja, de manera que el consumidor, en ocasiones, no sabe exactamente lo que contrata.